CONTAMINACIÓN AUDITIVA
INTRODUCCIÓN
La contaminación auditiva. El ruido
viene siendo un problema para la humanidad desde un tiempo muy antiguo,
existiendo referencias escritas sobre este problema ya desde la época de La
Roma imperial. Las primeras normas conocidas relativas a la contaminación
auditiva datan del siglo XV, cuando en la ciudad de Berna se prohibió la
circulación de carretas que, por su estado, pudieran producir ruidos excesivos
que molestasen a los ciudadanos. En el siglo XVI, en Zúrich se dictó una norma
que prohibía hacer ruidos por la noche para no alterar el descanso de los
ciudadanos. En la actualidad, cada país ha desarrollado la legislación
específica correspondiente para regular el ruido y los problemas que éste
conlleva. Los problemas que el ruido causa al estar demasiado fuerte han estado
presentes a lo largo de la historia del hombre, sin embargo, no siempre es
conocido con el término: contaminación auditiva. El propósito de esta
investigación es dar a conocer el tema: qué es la contaminación auditiva y las
consecuencias en el ser humano. Además, crear conciencia de nuestros actos para
lograr una mejor calidad de vida.
La contaminación auditiva es el exceso de sonido que altera
las condiciones normales del ambiente en una determinada zona; el ruido
provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio,
transporte vehicular terrestre, transporte aéreo), que produce efectos
negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas.
“El ruido
es un contaminante medioambiental de primer orden con efectos nocivos sobre la
salud de la población y su calidad de vida, es una agresión grave a la salud
del ciudadano que vulnera el derecho al respeto de su domicilio e impide el
disfrute de dicho espacio”
Juan Antonio Martos Núñez, Iustel. Portal
Derecho, S.A., pag.80 2010
Las principales causantes de la contaminación auditiva son
aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte, la
construcción de edificios y obras públicas, las industrias, el uso exagerado e
indebido de las bocinas, la activación sonora de las alarmas contra robos,
incluso en las avenidas de mayor tránsito vehicular, las sirenas de las
ambulancias, la música moderna y masivas fiestas que duran hasta horas de la
madrugada, entre otras.
Estas son las consecuencias de una contaminación
auditiva silente que también puede ocasionar la pérdida total de este sentido,
claro que esto ocurre de una manera paulatina pero también podría darse de una
manera agresiva, presentando el enfermo un traumatismo acústico en un solo
instante.

En realidad, de una u otra manera, todas las personas estamos
expuestas a este daño sin embargo, es mucho más fácil darse cuenta que quienes
viven en zonas de una alta intensidad de ruidos, es decir zonas aledañas a
aeropuertos o avenidas que sean muy transitadas serán las más vulnerables y las
que siempre deben acudir a hacerse revisar sus oídos, estas revisiones son
llamadas “audiometrías”.
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